Lady Blue

Desde hoy, no temas nada, todo se fué con el huracán.

Parte segunda (en colaboración)

Posted by Lady Blue en 17 diciembre 2007

He aquí la continuación de lo que estamos desarrollando con Gons. Esperamos sinceramente que les guste. Gracias!!!

II

A paso lento avanzaba el Ford 350 modelo 73 rojo lucifer, claro que éste ya estaba desgastado por los años, la pintura un poco saltada y uno que otro abollón propio de un camión chacarero, pero con huella firme. Juan corrió y de un salto y medio giro se sentó en la caja de la chata. Sacudiéndose el polvo de la camisa de grafa volvió su mirada a ese camino; ése, que ya no sería el mismo. Y allí, a medida que el 350 avanzaba a la chacra de los Cassionolli, la figura de la bella mujer se disolvía detrás de la tierra que la chata levantaba mientras más se alejaba.

Allá iba Marisa, apretando el canasto contra su cuerpo, eligiendo cada paso que daba entre pensativa y soñadora, rememorando a ese ser. Llegó junto a su padre, silenciosa; él la miró y la notó distinta, aunque prefirió no decir nada. En un gesto, apoyó el canasto en el suelo y trepó la escalera. Mientras iba arrancando las jugosas manzanas, empezó a cantar una canción que su padre le había enseñado. Su dulce voz se elevaba por sobre la arboleda y continuó trabajando inmersa en sus pensamientos.

Juan, al momento de cruzarse con los ojos de Marisa, tenía 23 años y era un trabajador “golondrina”, un empleado temporal. Venía desde Salta la linda a hacer la temporada. Esto implicaba trabajar hasta que cese la cosecha y luego volver a sus pagos. Aunque ya no sería el mismo al volver. En Salta había dejado a un puñado de amigos a los que extrañaba, sobretodo porque éstos eran sus compinches en las salidas nocturnas. Extrañaba también a la adorada Giselle, su guitarra criolla, a quien pasaba las horas acariciando y cantándole, era su gran compañera. Un excelente cocinero, todos en su casa esperaban el día domingo para degustar las delicias de un buen salteño. Tenía planes de abrir su propio restaurante y combinar su amor por la música y la cocina. Estaba seguro que lo lograría y solía perseguir sus sueños hasta hacerlos realidad.

Marisa, oriunda del Valle Rionegrino, vivía junto a sus padres en una casa adosada a la chacra de los Norendonne, unos acaudalados “tanos”, dueños de por lo menos 10 chacras. Estudiante fuera de temporada, cosechadora año tras año. En el mes de octubre cumpliría la mayoría de edad y pese a que amaba a sus padres, soñaba con estudiar Biología Marina en Puerto Madryn. Quería torcer el destino de las mujeres de su familia y sabía que era todo un desafío, pero estaba dispuesta a conseguirlo. Amaba a los animales y cantar era para ella un cable a tierra… cantaba mientras cosechaba, mientras cocinaba, mientras tejía junto a sus abuelas. Era la menor de cinco hermanos y por consiguiente era la niña mimada de la casa. De espíritu alegre, el haberse criado entre hombres la formó para luchar por sus ideales.

Juan decidió continuar con su jornada de trabajo como si nada hubiera sucedido, pero aquella mirada con destellos volvía una y otra vez a su mente. Pensó en sus amigos y en cómo se reirían cuando relatara la escena que acababa de vivir. Seguramente le aconsejarían salir a serenatear por las callecitas de la ciudad y a halagar a todas las niñas. Sacudió la cabeza intentando alejar la imagen pero fue inútil. Ésta se esfumó cuando uno de sus compañeros le pidió que cambiaran los puestos y sostuviera el canasto. Continuará…

vins_de_manzanas.jpg

6 respuestas to “Parte segunda (en colaboración)”

  1. Hermosa manera,para mí,»levantar la cortina» del negocio conectarme y leer esta segunda parte.
    Me encanta como escriben ( juntos son dinamita)

    Saludos para usted Lady y para Gons que, sin conocerlo, veo que escribe como los dioses

    saludos y abrazo constrictores.

  2. «él la miró y la notó distinta, aunque prefirió no decir nada.»
    Y es que hay cosas que irremediablemente no se pueden ocultar.
    No sé si se dan cuenta de la dimensión que poco a poco va adquiriendo esta historia. ¡Y van por la segunda parte!
    Me gusta como le van imprimiendo colores a la historia. Transmiten. Dibujan. Eso es increíble.
    Lady: ¡Te amo!
    Gons: ¡Bueh…!

  3. Tamara said

    Que bien que les sale !

  4. gons said

    La verdad es que está encaminándose bastante bien Lady esta historia. Quién hubiese pensado que saldría algo así, no? Está bueno poder jugar un rato a ser escritores, a inventar encuentros, sentimientos, que seguramente en algún recóndito lugar del mundo son hechos realidad.

    Me alegra mucho la forma que le vamos dando, espero que estos dos pibes (los de la historia) se pongan las pilas que nos agarra fin de año (y yo estaré en Villa Traful, pobre de mí… pobre…)

    Le mando un beso grande a Usted y al Duende, estamos quedando pocos parece…

    Un abrazotototototototón

  5. Lady Blue said

    Tercer Jinete: Gracias pero me parece que se le va la mano, acá el que sabe es mi cuña, yo estoy en pleeeno aprendizaje. Me y nos alegra que le guste la historia. Besos para vos y las chicas.

    Maldito Duende (Mi Bendito): Hay cosas que no se pueden ocultar y que a veces son tan grandes, como en el caso del amor, que perfuman cada una de las acciones de uno. Vos y yo sabemos que es así. Gracias por leer. Te amo todo!!!

    Tam: Querías la segunda parte? Acá ta… espero que sigas viniendo. Besos negrita.-

    Gons: Usted guía, maestro, yo sigo sus pasos… sigamos jugando, que está re divertido. Marisa y Juan y los que nos leen no van a aguantar a que Ud. regrese de Villa Traful (la re p….). Besos para Ud., hablamos luego. Besototote.-

  6. […] Mientras los ventiladores, en mi caso, o los aires acondicionados, en el caso de los más afortunados, no dan a basto; les dejo este post para que sepan que arrancamos con todo el 2008 y que si Dios quiere pronto tendremos la tercer entrega de la historia de Juan y Marisa. […]

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